En Cabrils (Barcelona), donde las colinas de la Serralada Litoral se asoman al Mediterráneo, una vieja casa se reinventa. Inspirada en la tradición arquitectónica de la cuenca mediterránea, esta reforma no solo respeta el paisaje: lo abraza. Terrazas que enmarcan el horizonte marino, paredes encaladas que atrapan la luz y sombras estratégicas que alivian el verano se conjugan en un juego de espacios fluidos entre dentro y fuera. Es un homenaje a la vida al aire libre, con porches que susurran calma, una piscina que refleja el cielo, y muebles hechos "in situ", como si la casa misma susurrara: “Quédense un rato más, que aquí afuera todo es mejor”
El arquitecto Pepe Gascón transforma una modesta vivienda de los 60s en Cabrils en un tributo al paisaje mediterráneo: luz, aire y tradición encapsulados en cada espacio
